Te presentamos la otra cara de algunos mitos sobre los adultos mayores:
Mito de la incapacidad
Con la edad las funciones motoras disminuyen, pero con ayudas técnicas, como andadores o sillas de ruedas, pueden mantener su movilidad. Adecua espacios como los baños, con agarraderas para hacerles más fácil su uso. Este proceso nos llegará a todos, ¡tratarles como quieres que te traten!
Mito de la improductividad
Su conocimiento es su mayor fortuna. Si necesitas un consejo, son los mejores para darlos. Bien dice el dicho: más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Mito de la carga
Tiene que ver con que les toma más tiempo hacer las cosas, lo que es normal por la disminución de la movilidad, sin embargo, podemos encontrar formas de facilitarles la vida, fomentar su autonomía y generar el aprendizaje de nuevas funciones sociales.
Mito de la senilidad
Muchos científicos coinciden en que el proceso de envejecimiento implica una disminución de las capacidades físicas, sensoriales y cognoscitivas. Sin embargo, suceden solo en forma gradual y mínima en el transcurso de la vida
Mito de la incapacidad de aprender
Si bien es cierto que la inteligencia es más lenta en esta etapa de vida, esto no impide el aprendizaje. Disminuye la agilidad, es decir, el tiempo o rapidez, pero no así las habilidades cognoscitivas. Pueden seguir aprendiendo en forma diferente, con otro ritmo y talvez con otros recursos.
Mito de la inflexibilidad
Se imagina que las personas mayores son tercas y enojadas. Esto no es efecto del envejecimiento, se asocia a patrones desarrollados en etapas anteriores. El carácter inflexible no es producto de la edad, sino de la personalidad.
Mito de la asexualidad
Se considera que pasada la edad de 60 años las relaciones sexuales no son placenteras y que las personas mayores son asexuales. Estudios demuestran que la mayoría tienen capacidad para las relaciones sexuales. Con el envejecimiento se disminuye la potencia sexual, se produce lentitud para la erección y eyaculación, pero no desaparece el deseo sexual.